Este piso disponía de una pequeña cocina semi-integrada al salón mediante unas puertas correderas, que daba una sensación de espacios pequeños y oscuros. Para cambiar esto, diseñamos una cocina completamente abierta al salón-comedor, separada visualmente mediante una península donde alojamos el fregadero. Cerrando esta U distribuimos el resto de funciones, incluyendo un lavavajillas y un lavarropas integrados, que pasan totalmente desapercibidos.
Blanco + azul fue el combo ganador en esta cocina, y no solo aquí, sino también en los baños, ya que mantuvimos esta idea rectora en el resto de las estancias a reformar.
Este baño funciona como aseo y a la vez como baño secundario. Antes se veía apretado y poco funcional, y lo convertimos en un espacio amplio y muy cómodo, con un plato de ducha accesible y un diseño muy luminoso. Incorporamos azulejos tipo zellige artesanal en formato vertical y alicatado azul en la pared de la ducha, combinado con un solado símil terrazzo y griferías negras.
El baño principal tenía muy buenas proporciones, y le dimos un cambio de look total, replicando los materiales del aseo pero en este caso dispuestos en forma de espiga y combinados con una grifería en dorado cepillado y un espejo retroiluminado redondo, que le dan un toque distintivo.